Texto y fotos: Marcella Echavarria
Chiapas es uno de los estados mas seguros de México, con las mejores carreteras y con la tercera parte de la flora mexicana y un 80% de las especies de árboles tropicales del país. Esto se suma a su diversidad étnica y lingüística que se expresa en una tradición textil muy antigua que permanece viva.
La Ruta Colonial atraviesa la cordillera central y es la ruta de los textiles. La principal ciudad de esta ruta es San Cristóbal de las Casas, o San Cris como le llaman cariñosamente. Está localizada en los altos en el Valle Jovel y su arquitectura combina las fachadas barrocas con los diseños neoclásicos y moros. La ciudad vibra alrededor de la plaza donde está la catedral y el palacio municipal, rodeados por los portales comerciales y los andadores ideales para caminar y perderse en el misticismo del mundo Maya. San Cristóbal de las Casas es el principal destino del estado y el eje alrededor del cual giran varios pueblos reconocidos por su artesanía textil: San Juan Chamula, Zinacantán, Magdalenas, San Andrés Larrainzar y Amatenango del Valle, entre otros.
El año pasado Fomento Cultural Banamex, el patronato de la Colección Pellizzi y la Sociedad de Tejedoras de Sna Jolobil, inauguraron el Centro de Textiles del Mundo Maya, un centro vivo de tradición, textura y color. Localizado en el ex convento de Santo Domingo Guzmán restaurado recientemente, este museo busca ir mas allá de la labor de preservar y exhibir las colecciones textiles. El museo busca la convivencia de la tradición textil ancestral con su presente vivo en un espacio de primer nivel que muestra la técnica y creatividad de cada pieza. En la Antigua capilla del ex convento se encuentra la tienda de la sociedad de tejedoras de Sna Jolobil, una de las mejores tiendas textiles de México.
La mayoría de las piezas textiles del museo son huipiles o blusas cuadradas adornadas con motivos y colores característicos de cada región. La vestimenta indígena representa los gustos, las costumbres y confirma la identidad de quien la porta. Este arte textil permanece vivo porque la técnica continua, solo que ahora integra nuevos materiales, colores y motivos que surgen de la imaginación de las tejedoras. Existe también el universo simbólico de los tejidos que nos habla de la vida cotidiana, las fiestas y los rituales, pues estos tejidos representan la cosmovisión maya, sus ideas sobre la belleza y sus conceptos sobre el mas allá.
El clima de cada región determina el uso de colores y materiales para los rebozos, huipiles, bolsas, fajas, enredos (faldas), cobijas, paños para la cabeza etc. Por ejemplo en San Juan Chamula, donde hace frio se usa mucho la lana y el color negro; mientras en San Andrés Larrainzar, donde hace mucho calor, se usa el algodón en prendas tan delgadas que parecen gazas. Al algodón y a la lana se suman el Ixtle que es la fibra del maguey que se obtiene al machacar la hoja logrando filamentos muy resistentes. Esta es la fibra que se usa para las típicas mochilas chiapanecas.
Todavía se usan mucho los tintes naturales: el rojo proviene de la grana cochinilla, un insecto que vive en el nopal y cuando se muere se pone a secar, se muele y se obtiene un polvito rojo. Las hojas de añil (azul) se hierven, se fermentan y trituran para lograr diversos matices azules. También se utilizan tintes químicos y materiales que no son naturales pues el arte textil no es estático.
Para el tejido maya se utilizan dos tipos de telar: de cintura y de pedal. El telar de cintura es un instrumento prehispánico muy sencillo que consta de seis palos y permite combinar los hilos para lograr gran variedad de acabados, La parte de arriba se ata a un poste (o árbol) y la parte inferior, a la cintura de la tejedora. El telar de pedal fue introducido por los españoles aunque es de origen asiático.
En los alrededores de San Cristóbal se encuentran muchas comunidades mayas dignas de visitar especialmente los días de mercado o festivales. San Juan Chamula es un pueblo indígena Tsotsil que tiene una autonomía única dentro de México lo cual implica que solo las autoridades locales pueden ejercer su mando dentro del pueblo. La iglesia de San Juan Chamula es parada obligada. Por su carácter místico y el arraigo de sus tradiciones, no se permite tomar fotos ni notas y los visitantes deben mostrar gran respeto en su vestimenta y comportamiento. La iglesia está tapizada de ramas de pino y le han quitado todas las bancas y los altares. Los santos católicos rodean la iglesia finamente ataviados con espejos para evitar el mal de ojo. La iglesia funciona a la luz de las velas y el incienso, no se celebra misa sino que está abierta para los rituales individuales que muchas veces involucran el sacrificio de gallinas, la limpieza con huevos, los sahumerios con hojas del bosque y las ofrendas donde sobresalen las bebidas alcoholicas, la Coca-Cola y otros productos comerciales del México globalizado. Al recorrer la iglesia se escuchan cantos y voces en idiomas indígenas diversos.
San Juan Chamula tiene un tercio de la población indígena del estado, uno de los grupos indígenas mas grandes de la zona. Aunque hay comunidades Tzotzil en varios pueblos en los Altos de Chiapas, San Juan Chamula es el centro ceremonial y de comercio. La vestimenta típica consiste en trajes negros de lana para los hombres y en blusas bordadas de satín, generalmente rosadas o moradas, y enredos de lana negra para las mujeres. Sobresalen los chujes o abrigos de manga larga. Cubren sus cabezas con el mochibal negro que es muy antiguo y consiste en un rebozo con borlas rojas que sirven de amarre para protegerse del frio o en forma cuadrada para cubrir su cabeza del sol. Aquí las ovejas son sagradas y son tratadas y protegidas como cualquier otro miembro de la familia. A su muerte se guarda luto como con las personas.
Zinacantan es otra de las principales atracciones del estado. Aunque se encuentra muy cerca a San Juan Chamula, su espíritu es colorido y lleno de flores pues allí se encuentran muchos cultivos para exportación.. La vestimenta típica consiste en mochibales de flores siguiendo las tendencias del momento. Este año casi todos estaban vestidos de morado con acentos metalizados.
Amatenango del Valle es el mayor centro cerámico del estado y se conoce por su barro blanco con el que se hacen los tradicionales cantaros para cargar el agua. Hoy las formas utilitarias tradicionales como el comal y el cantaron conviven con formas decorativas que representan los animales de la zona. Toda la producción cerámica utiliza barro blanco y técnicas manuales muy antiguas.
Por el arraigo y autenticidad, el estado de Chiapas es una ventana hacia el pasado con varios de sus matices: la diversidad indígena, la mezcla con lo español y las miles de manifestaciones modernas que conviven con las costumbres ancestrales. Chiapas es el lugar ideal para conocer y apreciar esta cultura maya en todo su esplendor.